Un teclado desestresante

16 Abril 2015
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Un teclado desestresante
¿Quién no ha golpeado alguna vez un teclado con furia en algún momento de estrés?

Un intro desquiciante (lo sentimos pero eres la tecla más grande y fácil de golpear) que presuntamente canaliza ese momento de ira momentánea generada por algún compañero o alguna tarea que no acaba de salir. Un golpe que viene acompañado con la mirada fulminante y desaprobadora del informático de turno que vigila con mimo su rebaño de ratones y teclados.

Claro, claro, ahora nadie tiene su momento Michael Douglas en “Un día de furia” en que pringan los pobres periféricos del ordenador. Deberíamos preguntar al sr Logitech o, mejor, informáticos del mundo, manifestaos.

Hay otro tipo de relaciones con el teclado, ese típico compañero que más que escribir aporrea el teclado de su PC cual elefante que entra en una cacharrería. Si puedes parecer el pianista LangLang para qué asemejarse a Dumbo. Sí, es cierto, los que escriben con dos dedos también hacen mucho ruido, pero no es por estrés, es por falta de un curso de mecanografía.

La empresa alemana Bless ha encontrado la solución: un teclado especial en que las teclas son sacos de boxeo. Los trabajadores de la oficina pueden "boxear" sus textos.

Es evidente que la productividad y el número de pulsaciones por minuto baja de forma considerable, pero según sus creadores mejora el bienestar físico de los empleados al contribuir a reducirles dolores en la columna vertebral y diferentes enfermedades relacionadas con la vida sedentaria, además de convertirles en unos potenciales Rocky Balboa.

Para las oficinas que no tienen suficiente espacio para instalar este ring os presentamos nuestras alternativas en teclados, ratones y ergonomía:

Para los momentos de estrés unos consejos de los expertos sin pasar por los sacos de boxeo:

Los expertos dicen que para evitar el estrés debemos dormir bien, cuidar la alimentación, actividad física diaria y disfrutar de tus aficiones. En caso de llegar a la saturación: Respira profundamente tres veces por la nariz llenando al máximo los pulmones, aguanta la respiración unos segundos sin forzar y soltar el aire por la boca lentamente. Recita un poema o canta alguna canción. Haz un paseo corto para estirar las piernas.

“Soy yo, no los acontecimientos, los que tienen el poder de hacerme feliz o infeliz hoy. Puedo elegir cuál será. El ayer está muerto, el mañana no ha llegado aún. Tengo solo un día, hoy, y seré feliz en él.”

Groucho Marx

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